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viernes, 24 de febrero de 2012

"EL ASESINO DEL HACHA"...Sin piedad en el doble crimen...Santa fe, Capital...UR I...

EL DOBLE CRIMEN DE LA CALLE COCHABAMBA
Un hacha terminó con la vida de dos ancianos en Barranquitas
Dos muertes difíciles de explicar en cuanto aún se desconoce el móvil que impulsó la acción homicida. No obstante, los investigadores contarían con elementos para orientar la pesquisa.
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Un cuadro horroroso se presentó a los ojos de los agentes de la URI apenas ingresaron al inmueble de calle Cochabamba al 4600. Foto: Luis Cetraro
José Luis Pagés
jpages@ellitoral
Un inédito caso de doble homicidio, dada la inusual brutalidad demostrada por el asesino, tuvo por escenario una vivienda del barrio Barraquintas de nuestra ciudad.
Del episodio criminal que se habría desarrollado en horas de la madrugada, tuvo noticia la policía recién cuando la hija del dueño de casa tropezó con un cuadro aterrador a las 13.45.
En el horrendo suceso que por jurisdicción fue denunciado ante los agentes de la Seccional 6a., tomó intervención la Sección Homicidios al tiempo que en el lugar se hicieron presentes los jefes de Policía de la URI, Hugo Miñoz y de la Provincia, Hugo Tognoli.
En tanto la Policía Científica cumplía su rutina dentro y fuera de la finca de calle Cochabamba 4676, la escena del crimen, iban surgiendo los datos que al cabo permitirían calificar a este suceso como la obra ejecutada por un monstruo.
Noemí Graciela Ríos (52) fue quien realizó un primer llamado al 911 dando cuenta del estado en que encontró a su padre y a una amiga de éste a poco que ingresara al inmueble. Ambos estaban muertos.
Los uniformados acudieron al lugar y encontraron que el cuerpo del dueño de casa, Jorge Alberto Ríos, de 79 años de edad yacía en el piso de la cocina y en un pasillo el de su amiga, Nélida Peart (72) a escasos metros del dormitorio.
Luego, con la llegada de los peritos, se pudo ver que las víctimas habían sido atacadas y muertas con empleo de un hacha de mano que fue encontrada en el lugar y que, después se vino a saber, era del infortunado Ríos.
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Los vecinos agolpados ante la casa de Jorge Ríos, indignación y espanto.
Foto: Luis Cetraro
El diagnóstico preliminar trazado por el médico de la repartición policial hizo referencia a los numerosos cortes y golpes observados en los cadáveres, pero un examen más detenido en la Morgue Judicial indicaría que el hombre había sido abatido por siete golpes y la mujer por otros tres hachazos.
La furia homicida del atacante habría encontrado resistencia por parte de las víctimas ya que Ríos, aún muerto, empuñaba un palo en su mano derecha y bajo el cuerpo de la mujer fue encontrada una herramienta con punta. De todos modos el asesino cargó contra Ríos un hombre mayor, pero de elevada estatura y cien kilos de peso, y así y todo lo mató impiadosamente asestándole siete golpes mortales. Luego, habría sido el turno de la mujer que aterrado ante ese cuadro buscó refugio en el dormitorio.
De nada valió que Nélida Peart cerrara la puerta. El matador, fuera de sí, derribó la puerta a hachazos y cargó sobre ella como el descontrolado personaje de una película de terror.
En principio alguna versión que llegó a los investigadores sugirió que Ríos fue visto en hora temprana, alrededor de las ocho, cuando ingresaba a la casa con su automóvil, esto más la presencia de tarjetas esparcidas por el piso llevó a pensar que _con la mujer como rehén_, había sido llevado a recorrer cajeros, pero no fue así.
Se pudo saber que esta mañana la autopsia reveló que las muertes se produjeron en simultáneo unas doce horas antes del momento en que fueron hallados los cuerpos, es decir, alrededor de las 2 de la mañana. A las 8, Ríos estaba muerto.
Al parecer la policía trabaja sobre los vestigios hallados en el lugar del hecho, pero llamativamente por el momento _eso trascendió_, no logró recoger ningún testimonio que contribuya a individualizar al autor del hecho. Dato extraño si se piensa que la casa está rodeada de viviendas y tiene no menos de 50 metros de fondo.
Nada de ruidos, nada de gritos, pero en principio estaría descartado el robo como móvil de la cruenta faena porque el hombre era jubilado, con un ingreso mensual de no más de dos mil pesos, dinero que habitualmente su hija cobraba por cajero automático.
Además, Noemí Graciela Ríos aseguró que en la casa no faltaba nada de valor. La policía se estará preguntando seguramente quién y por qué franqueó el paso al feroz asesino, porque los expertos no observaron violencia en las aberturas. Aunque quizás pudo haberse colado detrás de la amiga, Nélida Peart, una amiga que solía visitar a Ríos y que se domiciliaba en Huergo y Necochea, acaso fue un conocido de los ancianos.
Una de las fuentes consultadas hoy aseguró que van tomando forma algunas hipótesis que tanto se apoyan en rastros y huellas relevados como en conjeturas de los investigadores.
Desde nuestro blog, seguiremos de cerca el caso del o los "asesinos del hacha"...Un crìmen que supera a cualquier pelìcula de terror...Un barrio que ante LA INSEGURIDAD SIN FIN, està aterrado...Comentado y publicado por Miguel...

1 comentario:

  1. Bien amigo te dejo las pàginas
    http://porlamemoria-miguel.blogspot.com
    http://www.miguel-policia.blogspot.com/
    Un abrazo...Ya te estoy siguiendo
    Exelente blog el tuyo
    Siempre a tus ordenes : Miguel...

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