EN PLENO CENTRO
Cuantioso golpe en agencia de cambio
Según los testimonios actuaron dos delincuentes vestidos como “ejecutivos”. Se llevaron un millonario botín, compuesto por dólares, euros y piezas de oro.
Foto:Amancio Alem
Redacción de El Litoral
sucesos@ellitoral.com
Vestidos como “ejecutivos” dos delincuentes dieron un cuantioso golpe en una entidad cambiaria de la ciudad.
Eran cerca de las 16 del viernes cuando dos sujetos ingresaron al local de Valuar SA, ubicado en calle Tucumán 2676, (entre San Jerónimo y la peatonal San Martín), esto es, en el corazón de la city local.
De los malvivientes, se supo que eran dos hombres de entre 35 a 40 años y que tomaron todos los recaudos como para no levantar sospechas de nadie.
Como dato saliente se puede mencionar que estaban vestidos con trajes de alta calidad, lucían cortes modernos de pelo, ocultando parte de sus rostros con anteojos espejados.
Tan sólo con observar el blanco elegido, como la hora y el lugar para concretar el robo, fácil es deducir que se trató de un golpe “a todo o nada”.
Apenas ingresaron al negocio, los cacos sacaron a relucir armas de fuego y demostraron que tenían sus roles bien definidos.
Uno de los ellos fue contra el policía que se encontraba de custodia. Tras un breve forcejeo el agente fue despojado de su arma y así quedó reducido.
Por su parte, el otro rufián se lanzó contra los empleados y algunos clientes que todavía se encontraban en el interior del inmueble.
Ya con el agente “fuera de acción”, el primer ladrón se sumó a la tarea de mantener a raya a las víctimas.
sucesos@ellitoral.com
Vestidos como “ejecutivos” dos delincuentes dieron un cuantioso golpe en una entidad cambiaria de la ciudad.
Eran cerca de las 16 del viernes cuando dos sujetos ingresaron al local de Valuar SA, ubicado en calle Tucumán 2676, (entre San Jerónimo y la peatonal San Martín), esto es, en el corazón de la city local.
De los malvivientes, se supo que eran dos hombres de entre 35 a 40 años y que tomaron todos los recaudos como para no levantar sospechas de nadie.
Como dato saliente se puede mencionar que estaban vestidos con trajes de alta calidad, lucían cortes modernos de pelo, ocultando parte de sus rostros con anteojos espejados.
Tan sólo con observar el blanco elegido, como la hora y el lugar para concretar el robo, fácil es deducir que se trató de un golpe “a todo o nada”.
Apenas ingresaron al negocio, los cacos sacaron a relucir armas de fuego y demostraron que tenían sus roles bien definidos.
Uno de los ellos fue contra el policía que se encontraba de custodia. Tras un breve forcejeo el agente fue despojado de su arma y así quedó reducido.
Por su parte, el otro rufián se lanzó contra los empleados y algunos clientes que todavía se encontraban en el interior del inmueble.
Ya con el agente “fuera de acción”, el primer ladrón se sumó a la tarea de mantener a raya a las víctimas.
Publicado por Miguel...
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